El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en México gobernaba la delincuencia y una pandilla de rufianes controlaba al gobierno.
Al defender la investigación que realizó la secretaria de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, relativa a la riqueza patrimonial del exgobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el mandatario afirmó que ésta corresponde a la realidad.
Lo que sucede, estimó, es que los conservadores están muy enojados y le tienen fobia a Manuel Bartlett por las acciones que se llevan a cabo para retomar el control de las empresas públicas del Estado mexicano.
Al tiempo, el presidente rechazó que estas mismas investigaciones sobre Bartlett pudieran ampliarse a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría Hacienda y Crédito Público (SHCP).
López Obrador reiteró que los conservadores actúan como “desquiciados” y exageran al comparar el caso de Manuel Bartlett con el de Virgilio Andrade —antecesor de Irma Eréndira Sandoval— y que deslindó de toda responsabilidad al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto en el caso de la llamada Casa Blanca.
Lo que deberían hacer los adversarios, dijo, es ofrecer disculpas porque el exsecretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, estaba presuntamente coludido con el narcotráfico.