En los condominios de Constitución se puede observar a simple vista como cada día se van deteriorando más y más al pasar de los años, sin duda un tema ya bastante malo para quienes habitan ahí, pero no tanto como depender directamente de la actual legislatura del Congreso local.
Lo anterior debido a que existe una laguna jurídica, la cual no les permite a las autoridades estatales y municipales ser parte del mejoramiento de los departamentos. De hecho dos semanas atrás, hubo un derrumbe de uno de los balcones que dejó un saldo de dos lesionados.
Los condominios que fueron construidos en 1964, ya no son parte de la ley de condominios, así que depende de los diputados el modificar el reglamento para agilizar la intervención por parte de las autoridades.
Al inicio, quienes habitaban en dichos condominios, pagaban una cuota que cubría mantenimientos como el alumbrado, pintura e incluso, un servicio de vigilancia, todo esto lo recaudaba una Junta de Administración que actualmente brilla por su ausencia.
Los actuales inquilinos no cuentan con una figura de Administración con la personalidad jurídica suficiente para que se comunique con las autoridades, a fin de solicitar estudios de los daños que presentan los antiguos edificios.
“No hay mantenimiento porque no hay régimen de condominios formalizado, creo que algún día habrá más derrumbes, pero esta vez dejará muertos y eso obligará a la autoridad, que en este caso es el Congreso a tomar una decisión de Ley (…) El Poder Ejecutivo no lo puede hacer porque solamente hace lo que le es permitido y si no hay ley no puede hacer nada. Tendría que ser el Congreso el que establezca algún tipo jurídico de excepción para resolver la problemática”,
señaló un urbanista llamado Juan Ignacio Barragán.
Al no contar con un régimen de condominios actualizado y progresivo, tanto las autoridades, como los inversionistas, deberán convencer a los propietarios de los 1,044 departamentos de los edificios que autoricen regenerar el sitio, aunque, en algunas de las propiedades, ya no residen sus dueños originales.