La Fiscalía General de la República (FGR) tiene claro quién es la pluma negra en la dinastía de corrupción del sexenio pasado, Enrique Peña Nieto, expresidente de la República Mexicana, de quien se presume jugó un papel clave en la comisión de delitos de traición a la patria y cohecho en el caso de Odebrecht.
La solicitud formulada por la FGR, en cuanto a la aprehensión del ex Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se considera que el ex Presidente Peña Fue autor mediato de los ilícitos, es decir, que cometió los delitos utilizando como un instrumento a Videgaray y a Emilio Lozoya Austin.
Peña Nieto, dice en su consideración la FGR, utilizó el cargo público para el que fue electo, con el fin de delinquir, así como procurar “también el beneficio de la empresa Odebrecht, que los había ya hecho objeto de cohecho, traicionando a la patria con su mal desempeño”.
“Los hechos delictivos de cohecho y traición a la patria, surgieron por disposición de él mismo”, subraya la Fiscalía en su solicitud ante el Juez.
Bajo el ‘’liderazgo titiritero’’ de Peña, Videgaray y Lozoya, funcionaron como “un Estado dentro de un Estado e implementaron una política de actos de corrupción”.
Pese a que la solicitud solamente se encentra en Videgaray como el autor inteligente de los actos de corrupción, la FGR deja claro que Peña fue el orador y orquestador de las acciones delictivas.
Peña, al ocupar el rango más elevado de la Administración pública entre 2012 y 2018, subraya la FGR ‘’contaba con su propio aparato de poder criminal, con cuya ayuda implementó una estrategia de cooptación de la voluntad de los legisladores”.