Por: Don Maqui
A estos Tigres se les tiene que recriminar todo, tienen el plantel más poderoso quizá de la liga junto a Rayados, tienen a un técnico ganador en la historia del fútbol mexicano, pero que hoy no puede cumplir una de sus promesas, que fue ganar el doblete para su equipo.
Un equipo miedoso, cobarde, sin iniciativa y que limita su juego a un francés que aislado se anula solo, no tiene compañeros al frente que produzcan como él, que piensen como el genio y, por tanto, se pierde entre la mediocridad de jugadores que no dan el ancho como el europeo.
Parece que han quedado atrás las épocas de gloria de los Tigres Universitarios, porque desde la derrota que sufrieron a manos de su acérrimo rival en la Concachampions de mayo primero, lo único destacable es haberle ganado aquella final al León en el Nou Camp, que dicen los cabalísticos, les endosó a los felinos la maldición de ese estadio, pero bueno, la superstición la dejamos para otra ocasión.
Hoy es claro que la fórmula del Tuca Ferretti está agotada, pareciera que no da para más, su afición se debate entre una historia de amor y de odio con ese técnico que les ha dado todo, pero también dicen que les ha robado todo. Increíble que un equipo con esas características y con esos jugadores salga al Azteca a administrar el esfuerzo, al menos eso parecía el día de hoy.
La agravante para este equipo es como ya se dijo, cumplirá dos años sin levantar un título importante si no gana la Concachampions a disputarse en enero.
Por increíble que parezca, Monterrey, su acérrimo rival, en esos mismos dos años, ha sido campeón de Concachampions, de liga, de copa, tercer lugar de un mundial de clubes y ha corrido a dos técnicos por un fracaso siguiente a la obtención de los títulos que ha tenido los últimos 24 meses.
Nadie en su sano juicio se explica ¿por qué la eternidad del Tuca en el cargo?, si se insiste que su fórmula parece desgastada y, no hay margen jamás para un fracaso como el de hoy.
Si el día de mañana se hace una encuesta entre la afición, seguramente el Tuca Ferretti, al preguntar si desean que se quede o se vaya, dividirá opiniones, pero el fútbol no da margen para especulaciones, es claro que cuando algo no funciona por tanto tiempo, la cabeza debe de irse.
Deberá ser el fin de la era Ferretti y darle paso a una idea fresca y nueva de manejo de ese club, con esa grandeza y con esos jugadores, pareciera que es el momento de decirle gracias por todo Tuca y jamás te olvidaremos.
Aferrarse a su sistema puede ser mortal para su afición y, sobre todo, para alargar el palmarés de ese club que iba encaminado hasta el 2018 a la cúspide del fútbol mexicano, que parece, frenó su crecimiento repentinamente.
Cruz Azul sólo fue un clavo más en el ataúd del Tuca Ferretti.