A pesar de todas las medidas de restricción optadas por el Gobierno estatal para tratar de parar los contagios por COVID-19, el Gobierno de San Nicolás parece que le gusta más el negocio que la protección de sus ciudadanos, pues continúan realizando las inconstitucionales anti alcohólicas para “recaudar” fondos.
Pero eso no es lo peor, lo más imprudente y detestable es que ni siquiera cambian de alcoholímetro, usan el mismo para todos los automovilistas, ello a pesar de la gravedad del virus.
Es evidente que habrá personas que se nieguen a hacerlo, y no por haber ingerido bebidas enervantes, sino por su propia salud.
El ejemplo pasó el día de ayer cuando un par de ciudadanos que se negaron a soplar dos veces, por lo que fueron retenidos un momento por ello.
El conductor y su copiloto denunciaron que, además de la imprudencia de usar el mismo aparato con todos, estos mismos están alterados, ya que les marcaba positivo cuando el médico legista descartó que estuvieran bajo los efectos del alcohol.
Zeferino Salgado, Alcalde de San Nicolás, estará feliz de seguir recaudando fondos para su jubilación a base de que los propios nicolaítas corran con el riesgo de ser infectados por coronavirus.
¿Qué se puede esperar de un gobernante que no se toma en serio el tema de la pandemia?