Los artistas tuvieron hoy que aprender a la mala una nueva lección, el no intentar ser amigo ni tener ninguna relación directa con Venezuela, país que hoy en día es de los más pobres del mundo y Estados Unidos no quiere a su mandatario.
El cantante mexicano, Pablo Montero, sin consultárselo a su equipo, fue y cantó para el venezolano, Nicolás Maduro, razón que le trajo gravísimos problemas y consecuencias con sus contratos.
Los contratos millonarios de Estados Unidos con el reconocido cantante se desaparecieron por completo, y no podrá recuperarlos saliéndole mucho más caro de lo que esperaba esta visita inesperada a aquel país.