En un mundo que no pasa nada si se viola la ley, parece que el pueblo casi fantasma de Ciénega de Flores pasa desapercibido.
Sin embrago, la ley es pareja para todos y en Ciénega “ya se hizo el tamal” como se dice coloquialmente, y el alcalde de aquella localidad se puso cínico e invita sin rubor alguno al dueño del Verde en la entidad a entregar con él tamales por el Día de la Candelaria.
Ese acto es desvío de recursos y promoción ilegal para su partido sí, el que lo llevó al poder y con el que pretende reelegirse, parece que el joven promesa se convirtió en otro más que su cumbre ante las mieles del poder y se cree poder hacer lo que le venga en gana.
Ojalá alguien ponga freno a esos desvíos e ilegalidades, porque nadie olvida que Salvatierra anduvo presumiendo estar en franca campaña con Claudia Sheinbaum y casualmente el alcalde de Ciénega de Flores también, no vayan a andar manchando la imagen de la capitalina con sus actos ilegales. ¡De nada!