POR DON MAQUI
Donde quedó aquella ilusión en la cara de todos sus allegados al escuchar una y otra vez repetirse por allá del 2021, Luis Donaldo Colosio será presidente de México.
Se desvanecieron poco a poco las ilusiones, en primer lugar porque su ahora compadre Samuel García, fue y es aún hoy, más brillante que el Junior.
Lo opaco de tal manera que lo obligó a vivir en el exilio, enojado con MC y con todo mundo, porque no figuraba en los escenarios nacionales en últimas fechas.
Los sondeos presidenciales pronto quedaron de lado, y Colosio dejó de ser opción para el sistema por su bipolaridad personal y sobre todo por su ambigüedad política.
Jugar la Reelección se veía un camino viable, sin embargo, su pésima chamba al frente de Monterrey, con la ciudad destruida, sin obra pública y con enojo ciudadano por la inseguridad y la vialidad, debió recalcularse la ruta segura para su vigencia y supervivencia política.
Las encuestas fueron terribles para Colosio, nadie en su sano juicio aseguraba garantía de reelegirse sin sobresaltos y más aún se presagiaba una posibilidad de fracasar en su intento y con ello sepultar su incipiente carrera política.
Debieron entonces tomar una decisión difícil los colosistas, dejar de lado la soberbia y conformarse con lo que había, competir por el Senado, que no es cosa menor pero que aleja a Colosio de los manejos locales y lo acerca a una carrera de más de 6 años donde todo puede pasar y al decir todo es Todo.
Las encuestas verdaderas muestran a un Colosio endeble frente a sus rivales en la carrera senatorial y por ello se blindó como Senador Pluri, ganando o perdiendo entrará a la Cámara alta.
Las cosas son inciertas para Colosio que deberá salir de su burbuja citadina y sus sueños de ciudades europeas para caminar terracería y conocer las verdaderas necesidades de la gente, que no piensa como el regio y supone un poco más del 30% de la votación estatal que ordinariamente votan por el PRI.
Veremos ahora si a Colosio enfrentarse a lo que tanto rehuyó, su propia capacidad de convencer a la gente, sin el cargo público, y solo a partir de esta elección se podrá evaluar si el Junior pasa el examen o reprueba con todo y su ilustre apellido.