El periodo actual de incertidumbre económica, marcado por la volatilidad del tipo de cambio del dólar, está teniendo repercusiones significativas desde el ámbito empresarial hasta la economía de los hogares.
Según Édgar Mauricio Luna, director del Centro de Investigaciones Económicas de la Facultad de Economía de la UANL, la región está entrando en una desaceleración económica tras un año de crecimiento inesperado.
Este contexto afecta tanto a exportadores, debido a precios más altos en comparación con Estados Unidos, como a las familias que reciben remesas, ya que el dinero rinde menos.
Aunque la economía estadounidense no está en recesión, su crecimiento más lento impacta directamente en México, su principal socio comercial.
No obstante, si la volatilidad del dólar no se prolonga, no se resentirá de manera considerable en aspectos esenciales como la canasta básica.
A pesar del panorama incierto, se destaca la fortaleza del mercado laboral, evidenciada por una muy baja tasa de desempleo.