Bad Bunny inauguró este viernes su residencia “No me quiero ir de aquí” en el Coliseo de Puerto Rico, con una potente declaración cultural y política, frente a un recinto completamente lleno, el cantante puertorriqueño denunció el colonialismo estadounidense y celebró la identidad boricua con mensajes como “PR es un territorio no incorporado de Estados Unidos, pero tiene bandera, cultura e identidad propia”, proyectados antes del inicio del espectáculo.

El concierto arrancó con una puesta en escena que rindió homenaje a la bomba puertorriqueña, un género musical autóctono con raíces taínas, africanas y españolas, Julito Gastón, percusionista del artista, dio inicio a la noche, que posteriormente vio a Bad Bunny aparecer con su característico estilo, acompañado por bailarines vestidos como jíbaros y un escenario que recreaba la vegetación y montañas de la isla.

Durante la velada, el intérprete de “La santa” y “Ketútecree” estrenó una canción inédita dedicada a su tierra, además de incluir elementos tradicionales como el cuatro puertorriqueño, ejecutado por José Eduardo Santana, también sonaron “Pitorro de coco” y “Debí tirar más fotos”, en un recorrido musical que mezcló reguetón, folclor y sentimiento patrio.

El espectáculo concluyó con temas como “Amorfoda” y “Turista”, bajo un árbol de flamboyán, y una plataforma con forma de casa típica puertorriqueña al centro del recinto, con 30 conciertos programados hasta septiembre, Bad Bunny romperá récords en el Coliseo antes de iniciar una gira mundial en noviembre que lo llevará por América y Europa hasta 2026.