El presidente Andrés Manuel López Obrador promulgó las últimas reformas constitucionales de su gobierno: la militarización de la Guardia Nacional y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
La primera reforma transfiere el control de la Guardia Nacional al Ejército, argumentando que esto garantizará la seguridad pública, la disciplina y la protección contra la delincuencia.
Sin embargo, la oposición y organismos internacionales han advertido sobre una posible militarización de la vida pública y riesgos para los derechos humanos.
La segunda reforma reconoce por primera vez a los 68 pueblos originarios de México como sujetos de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, asegurando consultas para proyectos que afecten sus comunidades.
Con esta medida, México se declara una “nación multiétnica” y se busca garantizar los derechos de los pueblos indígenas. López Obrador entregará el cargo este martes a Claudia Sheinbaum, quien ha prometido impulsar otras reformas pendientes, incluyendo cambios al Instituto Nacional Electoral.