La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su rechazo a la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de reactivar una cuota compensatoria del 17.09% a las importaciones de tomate mexicano, tras la salida oficial del Acuerdo de Suspensión de Tomate (TSA). Durante su conferencia matutina, la mandataria calificó la medida como perjudicial para la economía y los consumidores estadounidenses, aunque aseguró que México seguirá exportando el producto porque “no tiene sustituto”.
Sheinbaum adelantó que su gobierno trabaja en un paquete de acciones en conjunto con los productores, que será anunciado la próxima semana, como parte del denominado Plan México, “vamos a dar distintas opciones a los productores de jitomate en nuestro país y a seguir peleando en los Estados Unidos”, afirmó, y agregó que se mantiene una mesa de negociación hasta el 1 de agosto para alcanzar un nuevo acuerdo.
Productores nacionales coincidieron con las autoridades mexicanas al considerar que la medida estadounidense representa un retroceso que daña a toda la cadena agroalimentaria de América del Norte, por su parte, este martes, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, sostuvo reuniones con el sector para definir nuevas estrategias, también ante la amenaza del cierre de la frontera al ganado mexicano.
Según el Consejo Nacional Agropecuario, México abastece el 90% del tomate que importa Estados Unidos, lo que representa el 55% del consumo total en ese país, las secretarías de Economía y Agricultura calificaron la cuota como una medida “injusta” y reiteraron que el éxito del tomate fresco mexicano se debe a su calidad, no a prácticas desleales.