Javier Calvillo, sacerdote y párroco de la comunidad Mater Dolorosa en Ciudad Juárez, criticó duramente la construcción de un nuevo muro secundario entre Nuevo México y Ciudad Juárez, promovido esta semana por el gobierno de Estados Unidos.

“Es curioso que un país que tenga la mayoría de su población migrante quiera poner muros”, expresó, asegurando que ninguna barrera física detendrá el flujo migratorio.

La nueva estructura, de acero y con más de 30 metros de altura, recorrerá 11 kilómetros en esta zona fronteriza reconocida por ser paso de migrantes y contrabando, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), se planean más de 137 kilómetros de muro adicional en sectores clave como El Paso, Tucson y el Valle del Río Grande.

El padre Calvillo advirtió que esta medida solo empujará a los migrantes a tomar rutas más remotas y peligrosas, alentados además por contenido en redes sociales que ofrece métodos arriesgados para cruzar.

“El migrante es un ser humano que siempre va a buscar cómo lograr su objetivo”, afirmó.

Así mismo, condenó las redadas migratorias en California tras el regreso de Donald Trump a la presidencia, denunciando que ni hospitales ni templos son respetados, como respuesta, la Iglesia Católica prepara la 110 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, con el lema “construir puentes, no muros”, en rechazo a estas políticas.