POR: DON MAQUI

Una vez que quedó concluido el proceso de registro de candidaturas en Nuevo León, algo llama la atención de este medio, lo dijimos con anticipación que causaba mucha extrañeza que el Partido Verde Ecologista de México abandonara al Partido Revolucionario Institucional con quien sostuvo acuerdos por muchos años.

Teníamos la idea que ese partido siempre se vende al mejor postor y, en esta ocasión la alianza con Clara Luz les representaba mejores dividendos que pensar en el PRI.

Nos quedamos cortos en el análisis, ya que, una vez que se resolvieron aparentemente todos los acuerdos en ese partido nos encontramos qué en realidad no existe militancia ni una dirigencia autónoma y mucho menos democracia la hora de tomar decisiones.

Si creíamos que en el Partido Acción Nacional o en el propio PRI, las cosas se hacían para beneficiar a unos cuantos déjeme decirle que nos quedamos cortos ante el cuadro de beneficios que presenta el Partido Verde.

Su dirigente de nombre Edgar Salvatierra, tomó para sí mismo la diputación plurinominal o de lista que otorga el partido, además de administrar los casi 2 millones de pesos que recibe mensualmente por prerrogativas y, por supuesto, llevar mano en las negociaciones que siempre sostiene con el Partido Acción Nacional para ponerle candidatos a modo en los distintos municipios.

Después tenemos a un personaje que ha intentado en toda su vida política ganar un distrito local colocado como suplente de diputado plurinominal, a mayores señas, Raúl Lozano que hasta hace algunos días era director de Ecología del Gobierno Municipal de Adrián de la Garza, beneficiario directo del sistema político en México, que otorga a diferentes partidos políticos, como el Partido Verde, negocios redondos.

Continuamos con Héctor de la Garza, que además de ser el candidato de su partido en Juárez, toda su vida ha vivido negociando en San Nicolás como en esta ocasión que su hermano es incluido en la primera regiduría del municipio.

Qué decir de las jóvenes brillantes por haber encontrado una mina de oro político en el Verde de nombre Blanca y Yarely Vera. La primera de ellas es eterna aspirante a ganar una diputación local y que jamás se le dio por la falta de trabajo político y al parecer carisma, la segunda, beneficiaria de la primera que actualmente es regidora y se reelegirá en el cargo; la más destacada es Blanca que en esta ocasión fue premiada y le evitaron la vergüenza de no volver a ser diputada al colocarla en la lista de plurinominales.

Como podrán ver, el poder político de un partido del sistema en México está repartido solamente en cuatro personas que mantienen una vida llena de lujos y excesos, que no se pueden quejar de que les haya ido mal últimamente, ya que, para rematar tienen una sociedad perversa con Daniel Torres, pero a la vez se sabe sostienen negociaciones con Cristina Díaz, Alfonso Robledo y quien se deje.

La divisa de ese partido es que sus cercanos sean beneficiados y tengan canonjías como las que les explicamos.

En breve, le relataremos algunos de los negocios que llevan desde hace más de cinco años personajes ligados a ese partido.