POR: DON MAQUI
El PRI de Nuevo León ha sido muchas cosas a lo largo de los años: pragmático, rudo, hábil para la negociación… pero lo que nunca había sido es mudo, sin embargo, en los últimos días, el silencio tricolor sobre el veto a las alzas catastrales ha sido ensordecedor.
Ni Adrián de la Garza, de nuevo aspirante a la gubernatura, ni Lorena de la Garza, que parecía lista para encabezar el contraataque, han abierto la boca, y mucho menos la bancada priista en el Congreso, ¿Qué pasó? ¿Se les olvidó reclamar? ¿Están pasmados? ¿O están cocinando algo que aún no vemos?.
Porque si algo ha demostrado Samuel García es que cuando lanza un golpe, lo hace con guante de acero, el veto a los incrementos catastrales fue un golpe quirúrgico, dirigido al corazón financiero de varios municipios priistas, sin embargo, en vez de responder con la artillería pesada, el PRI estatal ha optado por el “mutis total”.
Si este silencio es parte de una estrategia, es una que no encaja con el ADN combativo del priismo regio, más bien parece que el golpe les llegó en frío, dejándolos sin reacción, ¿Los agarraron fuera de guardia? no es descabellado, en política, cuando el enemigo no responde, hay dos explicaciones: o está preparando una embestida brutal o simplemente no sabe qué hacer.
Y es aquí donde la especulación se vuelve interesante, porque si el PRI no pelea el veto a las alzas catastrales, ¿Qué está esperando? ¿Un pacto con el Gobernador? ¿Un nuevo acuerdo tras bambalinas? ¿O simplemente un milagro?
Mientras los priistas siguen en modo estatua, Samuel García sigue ganando la narrativa, a estas alturas, pareciera que el “Batman tricolor”, Adrián de la Garza, recibió un golpe que lo dejó tambaleando, ¿Se repondrá? Eso está por verse.
Lo que es seguro es que el silencio también dice mucho, y el del PRI es particularmente perturbador, si van a reaccionar, lo harán pronto, si no lo hacen, será una confirmación de que Samuel les “comió” el mandado y los dejó fuera de combate.
Por ahora, el Gobernador tiene la ventaja, veremos si el PRI se levanta del rincón o si este asalto ya está perdido.