La federación lanzó severas críticas al Instituto que operaba el fondo para desastres, al calificar al FONDEN como un mecanismo “ineficiente, costoso y corrupto”. La denuncia oficial apunta a que durante su funcionamiento existieron múltiples irregularidades y malos manejos, lo cual motivó una revisión profunda del programa.
Según las autoridades, el mecanismo aportaba dispersión administrativa y poca transparencia, lo que a la postre impactó los recursos destinados a atender emergencias. El argumento apunta a que el nuevo modelo de atención busca simplificar procedimientos, evitar intermediarios y asegurar que el apoyo llegue con mayor rapidez a las personas afectadas.
La crítica al FONDEN se produce en un momento clave para la política de gestión de riesgos del país, donde las dependencias encargadas del auxilio reiteran el compromiso de revisar esquemas anteriores y rediseñar los instrumentos de auxilio ante desastres. Con este paso, se propone cerrar un capítulo que se considera como parte del pasado y diseñar una estrategia más eficiente para el futuro.
