Parece ser que la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador de potenciar las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de Nuevo León, ha calado tanto en partidos nacionales como a instituciones estadounidenses.
La Cámara de Comercio del país americano catalogó como “profundamente preocupante” esta iniciativa, pues apunta para retornar al “monopolio en el sector eléctrico” y hará desconfiar a más de un inversionista extranjero en México.
A través de un comunicado, Neil Herrington, vicepresidente de la Cámara de Comercio, declaró que la propuesta “directamente viola los compromisos de México bajo el acuerdo Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), además, estos cambios de forma significativa aumentarán el coste de la electricidad y limitarán el acceso a la energía limpia para los ciudadanos mexicanos”, comentó.
El directivo de la Cámara de Comercio también señaló que el proyecto de ley es el último de decisiones que ha tomado el gobierno de México y preocupan a los inversionistas sobre el futuro que generarían.
“A medida que el país emerge de su peor contracción económica desde la Gran Depresión, nada será más vital para su recuperación que los empleos y crecimiento que Estados Unidos y otros inversores extranjeros generan”, comentó Herrington.
Por lo cual, la Cámara de Comercio pidió dejar en el olvido la propuesta y terminar los diálogos con el sector privado.