En un evento del Día del Trabajo, Kamala Harris, candidata presidencial demócrata, enfatizó la importancia de que US Steel permanezca bajo control estadounidense, subrayando su relevancia para la clase trabajadora de Pensilvania.
Harris y el presidente Joe Biden, en su primera aparición conjunta en un mitin de campaña, instaron a los votantes sindicalizados a rechazar la posible adquisición de la empresa por Nippon Steel, destacando que mantener el control nacional es vital para la economía del país.
Durante su campaña en Michigan y Pensilvania, Harris reiteró el compromiso de la administración demócrata con los trabajadores, asegurando que continuará con los avances logrados bajo la presidencia de Biden.
Los demócratas buscan consolidar su apoyo entre los trabajadores sindicalizados, evitando que se inclinen hacia el expresidente republicano Donald Trump, quien también tiene influencia en este sector.