POR: DON MAQUI
Es increíble que aún y con todas las pifias que tiene el presidente la República y que por supuesto, sus adversarios, como él mismo les llama, capitalizan o parece, que aprovechan ésos desaciertos desde la más alta de las jerarquías en la política en México.
Andrés Manuel López Obradorno es un mal presidente, bueno por lo menos las encuestas así lo señalan, pues indican que el inquilino del Palacio Nacional aún y anunciando su #COVID, sigue manteniendo una popularidad impresionante que ronda al 60% de aprobación de todos los mexicanos a su gestión.
En estos momentos, es casi indestructible la figura presidencial que mantiene cautivos a casi todos los que votaron por él para asumir el cargo, ya que, ese porcentaje es altísimo y tiene relación directa con los 30 #millones de mexicanos que creyeron en la Cuarta Transformación y que parece que hoy, a casi tres años de ejercicio presidencial, no ha cambiado su percepción.
Es evidente que estamos ante un fenómeno político poco visto en nuestro país, ya que, generalmente al arribo del tercer año, de cualquier presidente, su popularidad se ve disminuida en gran parte, precisamente por el ejercicio de #poder, que desgasta y mucho.
De cualquier manera, la presidencia no puede echar las campanas al vuelo y pensar que el fenómeno Andrés Manuel, les alcanzará para cubrir con su manto a todas las candidaturas y sobre todas las pifias de elección que están teniendo los diferentes estados del país para abanderar la causa de Morena.
Si el presidente quiere que su partido conserve la Cámara de Diputados, tendrá que hacer algo impensable para aparecer y darle un empujón a todos los y las #candidatas que se lancen, ya que al día de hoy, no tiene nada que ver su colocamiento ante la gente con el posicionamiento del partido del que emanó, y de sus aliados mucho menos.