El sector farmacéutico mexicano no teme a los aranceles de Donald Trump. Larry Rubin, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), aseguró que la industria de la salud es “demasiado sensible” para ser afectada por medidas proteccionistas.
“EU necesita evidentemente a la industria mexicana”, afirmó, confiado en que las tarifas no prosperarán en este sector clave.
En conferencia de prensa, Rubin destacó que la industria ha dialogado con la Secretaría de Economía y autoridades estadounidenses para evitar que los aranceles afecten la importación de medicamentos y la investigación clínica.
“Es un mecanismo que en la industria de la salud no le sirve a nadie, porque estamos en la industria de curar pacientes”, advirtió. Además, insistió en que la cooperación entre ambos países es vital para garantizar el acceso a tratamientos innovadores.
El directivo también señaló la urgencia de modernizar la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), pues los largos procesos de aprobación de medicamentos frenan la innovación en México.
“Un medicamento puede tardar hasta siete años en aprobarse aquí, mientras que en Estados Unidos toma 1.1 años y en Brasil 2.4 años”, denunció Rubin, subrayando la necesidad de agilizar la regulación para no rezagarse frente a otros mercados.