Por: Don Maqui

Pareciera que la elección de Movimiento Ciudadano sólo se circunscribe a nuestro estado, pero no es así, no señores de ninguna manera la elección que se desarrollará para sacar candidato de los naranjas tendrá impactos de carácter nacional.

Ya el día de hoy los tiene, ya la decisión de Luis Donaldo Colosio de competirle a quien lo invitó al partido, a quien lo convenció de entrar a la política representa un duro golpe para la credibilidad del hijo de una leyenda de la política en México.

De pronto se ha convertido en el villano favorito de algún sector de la población que más allá que vea la política ruin, sienten que Colosio fue ácido y artero con quien como bien lo dice él mismo, fue el fundador del partido de los Naranjos; negar que Samuel García ha trabajado arduamente durante cinco años por darle vida a un proyecto es simplemente ser ciego.

Parece que a Samuel no le hizo ninguna gracia que Colosio pretendiera competirle por la candidatura que hasta hace un año sentía en sus manos y, sin disputa alguna lo dijo en un programa de radio que Luis Donaldo no se subiría a competirles porque había un acuerdo y tenía palabra.

Pero más allá de la disputa intestina que se dará entre los jóvenes de Movimiento Ciudadano, hay una preocupación que empieza a rondar en la cabeza de Dante Delgado, Clemente Castañeda y el propio Enrique Alfaro, si el gobernador pionero de los triunfos electorales de ese movimiento naranja, el que cree que en el 2024 puede ser llamado a candidatearse como presidente de la república, el que apoyó a Samuel desde que asumió su cargo hoy debe estar muy preocupado, porque de concretarse un triunfo de Luis Donaldo en la interna de su partido y después en la constitucional para ser gobernador lo ubicarían inmediatamente por su apellido como firme aspirante en el 2024 a ser candidato a la presidencia de la república.

No es un tema menor, no es un tema de política ficción, es un asunto de orden natural es un apellido que pesa y que su prueba más contundente la llevaría a cabo si gana la nominación de su partido y después compite para gobernador y lograra el triunfo en el 2021.

Es obvio que los alcances de su apellido una vez que hipotéticamente ganara la gubernatura trae consigo muchísimos aliados poderosos que tenía su padre y que siguen aguardando el momento para regresar al poder.

Entonces Colosio se convertiría en un hueso duro de roer para Enrique Alfaro que su única virtud es ser el gobernador de Jalisco, nada tendría que hacer contra un joven como Colosio con esa cualidad implícita de apellidarse Colosio.

Es notorio que un triunfo de Samuel García para ser candidato y posteriormente aspirar a ser gobernador sería lo más sensato, o más bien lo más cómodo que le puede pasar a Enrique Alfaro ya que, si bien llevarse la nominación y ganar una eventual elección catapultaría a Samuel García a los cuernos de la luna, sin embargo, a diferencia de Colosio García Sepúlveda no tiene un apellido que lo respalde, no tiene padrinos políticos de la envergadura que las tiene Colosio, no cuenta con el famoso pedigree que debe tener alguien que aspira más allá de su estado.

Por ello, vendrá una difícil decisión para la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano de permitir que la elección de su abanderado de Nuevo León sea a través de una consulta con la ciudadanía, o bien que sea como un proceso interno de ese partido.

No es una situación para nada cómoda porque independientemente de lo que suceda los dos jóvenes que se disputan la candidatura saldrán fuertes hacia un proyecto de largo plazo.

Por ahora, lo que sabemos es que la elección será definida sin consultar a la ciudadanía porque ello representa un riesgo que los jerarcas no quieren correr.

Veremos cómo termina el desenlace de esta novela, sin embargo, podemos anticipar que pase lo que pase los jóvenes que compiten por Nuevo León se convertirán en fenómenos si ganan la gobernatura.

Cosas de la política, aquí la dejamos y esperamos poderles decir con el tiempo el trillado ¡te lo dije!.