Las cabañuelas, de origen babilónico y adoptadas en México por los mayas y aztecas, son un método tradicional para predecir el clima anual observando los primeros 12 días de enero.

 

Según el físico Gerardo Herrera Corral, cada día representa el clima de un mes del año, una práctica que, aunque carece de base científica, ha sido utilizada por generaciones para actividades como la agricultura, pesca y planificación de rutas de transporte.

 

Esta tradición, cuyo nombre se asocia a la fiesta judía de los tabernáculos, incluye observar fenómenos naturales como las nubes, el viento, la luna y el comportamiento animal para estimar cambios climáticos.

 

Aunque su precisión es cuestionable, las cabañuelas siguen siendo una herramienta cultural y práctica para quienes buscan entender y adaptarse al clima.