Después de enfrentar una contingencia ambiental de más de 32 horas provocada por una intensa tormenta de polvo, Nuevo León se prepara para recibir lluvias a partir de este domingo, lo que contribuirá a mejorar aún más la calidad del aire y reducir el riesgo de incendios forestales.
Autoridades ambientales informaron que el ingreso de un nuevo sistema frontal traerá humedad y que los vientos del sureste han ayudado a dispersar las partículas contaminantes que llegaron principalmente desde Texas y Coahuila. “Tenemos ya muy buenas condiciones de calidad del aire”, destacaron.
Durante la contingencia, se intensificaron los operativos contra fuentes contaminantes: cinco avisos preventivos fueron enviados a empresas, se aplicaron tres suspensiones a sitios irregulares y se interpusieron seis querellas por provocación de incendios, además de recorridos e inspecciones en distintos puntos de la entidad.
Las medidas buscan asegurar que las actividades locales que generan polvo no empeoren la situación ambiental. Las acciones se mantendrán activas mientras se vigilan las condiciones meteorológicas previstas para los próximos días.