El Coordinador del Grupo Legislativo de Morena, Mario Soto, volvió a encender los reflectores al presentar una reforma a la Ley Ambiental del Estado, en compañía del ciudadano Gerardo Malo, el legislador busca que las estaciones de monitoreo ambiental en Nuevo León se actualicen para medir sustancias altamente cancerígenas como cadmio, arsénico, benceno y formaldehido, además de los seis contaminantes ya registrados actualmente.
Soto fue claro y contundente: “La salud de la gente está cada vez más expuesta ante la mala calidad del aire y las cifras de cáncer al alza nos indican que tenemos que ordenar la problemática y atenderla antes de que se pierdan más vidas”.
Argumentó que estas sustancias peligrosas son emitidas en grandes cantidades por industrias locales, lo que vuelve urgente esta reforma.
Gerardo Malo no se quedó atrás y recordó que “estos monitoreos ya se hacen en otros lugares como España, Argentina e incluso en algunas estaciones de monitoreo en CDMX”, por lo que calificó la propuesta como viable y de “urgente y casi obvia resolución”.
Ambos coincidieron en que, aunque la tecnología para el análisis en tiempo real aún está en desarrollo, ya hay modelos de transición con recolección de muestras mediante cámaras corporales que permitirán más transparencia.
Los datos que sustentan la iniciativa son alarmantes, de acuerdo con cifras del gobierno federal, la tasa de mortalidad por cáncer en Nuevo León subió de 63.7 a 70.8 por cada 100,000 habitantes entre 2014 y 2023, y los casos de cáncer en tráquea y pulmón se dispararon un 161.96% en apenas un año.
Con esta propuesta, Soto y Malo buscan que las estaciones de monitoreo se vuelvan verdaderamente útiles para enfrentar una amenaza creciente y mortal.