En México, la riqueza lingüística está en peligro, con 107 de las 364 variantes de las 68 lenguas indígenas enfrentando un alto riesgo de extinción, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI).

 

Con aproximadamente 7.3 millones de hablantes, las principales causas de esta crisis incluyen la falta de transmisión intergeneracional, lo que amenaza especialmente lenguas como el kiliwa y el ayapaneco.

 

A pesar de esfuerzos gubernamentales para revitalizarlas, el futuro de estas lenguas depende de la educación y la preservación cultural.