La economía mexicana crecerá en su ‘cultura’ digital con la entrada del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el cual se establece las normativas en relación al comercio electrónico, sector que ha crecido considerablemente en los últimos años en el país y con la pandemia, creció el doble en el primer semestre del año.

“Lo que está haciendo este tratado, sobre todo para México, es abrirle prácticamente la puerta a la nueva economía global, que es la economía digital”, afirma en entrevista Sissi de la Peña, gerente de Comercio Digital y Organismos Internacionales de la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI).

Debido al efecto de la pandemia, las ventas en línea crecerían un 60 por ciento este año, según pronostica la International Data Corporation (IDC). Los más beneficiados con las nuevas disposiciones del T-MEC, serán las pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan alrededor del 64 por ciento de las compañías y más del 70 por ciento del empleo en México.

“Se ha visto que este capítulo de comercio digital iba a favorecer más a las grandes empresas, y no, más bien a quienes va a favorecer son las pymes porque precisamente les va a poner el piso parejo con las empresas grandes para que puedan entrar a competir”, comenta Sissi de la Peña.

El gerente de servicios empresariales de Magento Commerce, Mario Juárez, señala que las nuevas disposiciones cuentan la protección de datos personales, se excluyen derechos aduaneros a productos digitales exportados o importados, y aumenta a 100 dólares el valor de lo permitido con protocolos de entrada mínimos.

“Con todo esto será más fácil para todos los negocios comenzar a generar transacciones transfronterizas, que tienen una proyección de más de 600.000 millones de dólares para el 2022. Al día de hoy solo el 30% de los compradores en línea consume artículos locales”, detalla Juárez.

Aunando lo anterior, expertos advierten con aun y con la entrada del T-MEC, hace falta un proceso de ‘’armonización legislativa’’ con el objeto de cumplir con los principios básicos del Tratado.

“Para empezar, el TLCAN no contemplaba el comercio digital, entonces no contemplaba cuáles iban a ser esos principios para hacer un flujo transfronterizo de datos, o localización forzada de servidores, estos componentes que se tienen ya que tomar en cuenta en el comercio digital”, menciona De la Peña.