Ya no saquen a Miguel Treviño de San Pedro, no tiene capacidad de dialogar con nadie, se siente tocado por los dioses y cree que su muncipio por ser el más rico merece más que Apodaca o Guadalupe.
Hoy, lo pusieron en su justa dimensión como un alcalde pequeño, sin capacidad de diálogo y confrontado con todos los que se le ponían enfrente. Donde quedó aquel cómico que decía, invito a todos a dialogar, me ofrezco como intermediario, y tantas cosas más.
Parece que hoy que llegaron a un mal acuerdo si usted quiere, pero acuerdo al fin, el de San Pedro no sabe ni cómo, ni cuándo se quedó en la barda de la negociación.
Carrillo, lo acusa de ser tibio cuando debió de sumarse a alcaldes que exigían recursos.
César Garza, le dice que no sea llorón. Samuel García, lo ignora y así termina para Miguel Teviño un episodio que debe llenar de vergüenza a quienes lo eligieron, finalmente se quedó como el “perro” de las dos tortas.
Parece que le urge asesoría cuando no está en redes sociales, porque en vivo, es un perfecto desastre el Junior.
Pero bueno, el ridículo de hoy ya está, nadie le evita ser la burla del niño rico y berrinchudo.