Moody’s calificó al estado de Nuevo León con “A-.mx” por quinta vez, destacando un perfil crediticio estable gracias a su sólida base económica y significativos ingresos propios, a pesar de su alto endeudamiento y baja liquidez.
La calificadora señaló que, en 2023, el Estado registró un balance operativo positivo del 1.8% de sus ingresos operativos, pero un déficit financiero del 4.4%, considerado elevado.
Para 2024-2025, Moody’s anticipa déficits financieros equivalentes al 4.2% de los ingresos totales, financiados mediante deuda directa e indirecta.
La agencia advirtió que el Estado enfrenta el reto de mejorar su liquidez y reducir su deuda de corto plazo, que podría representar hasta un 10% de la deuda directa debido al aumento en el gasto de capital y el endeudamiento de corto plazo.