La familia Balta continúa estando en el ojo del huracán de la corrupción que se vive en Cerralvo.

Una vez que se ha demostrado que Balta (padre) ha mantenido nexos con personajes nefastos de la política estatal, protegiendolos y hasta premiandolos, ese es el caso de Regino Fabián García Anzaldua, actual Tesorero del municipio, quien junto con Blanca Flores, ex alcaldesa del municipio realizaron fechorías desviando millones de pesos a particulares.

En la Cuenta Pública señalada por la Auditoría Superior del Estado se establece que Blanca Flores, actual regidora y José Ángel Morado, Director de Planeación, autorizaron la construcción de un predio en el cual, ellos señalaron que se había cumplido la entrega de materiales, levantamiento de postes de luz y señalamientos, cuestión que la ASE señaló que al visitar el lugar no existe ninguna construcción.

Por culpa o por omisión, Balta tiene conocimiento de las fechorías que su ahora Ayuntamiento realizó en años anteriores, por lo que no les sorprenda que inclusive el alcalde se llevó una partida del pastel, y es el pago con interés tenerlos laborando en la nómina municipal.

Señor alcalde, no se olvide que juró cuidar los intereses de su pueblo, sabemos que la palabra no es lo suyo. Pero la ciudadanía de Cerralvo se merece una respuesta a las fechorías que la Auditoría a señalado. Por omisión usted también es culpable.