Por Daniel Santos Flores.
Los cambios en nuestra vida llegaron para quedarse. Nos enfrentamos a una nueva realidad. Sé piensa que llegado el momento en que las autoridades levanten las restricciones derivadas de esta contingencia sanitaria todo volverá a ser lo mismo, pero la realidad dista mucho de eso.
Tendremos que acostumbrarnos a los cubre bocas, al lavado de manos, al distanciamiento social y a muchas cosas más que se nos harán difíciles de entender, pero que son inevitables.
En ese mismo contexto, la política y la forma habitual de hacer campañas se terminó.
Los retos que enfrentan los políticos, sus equipos y sus cuartos de guerra son grandes y difíciles de entender, aún cuando no se tenga muy claro lo que va a pasar, pero aquí les traigo 5 posibles escenarios para que se puedan ir dando una idea del tamaño de cambios que se avecinan:
1.- Se acabaron los grandes mítines de acarreados en los que se mostraba músculo y se median las simpatías por aplausos, besos, abrazos y selfies.
2.- Se terminó la forma en que conocemos las elecciones, podremos migrar a un estilo más norteamericano en el que se hacen votaciones con anticipación y así se evitará el acumulamiento de votantes en las casillas.
3.- Llegará a su fin el tradicional acarreo por parte de los partidos y sus candidatos, será imposible creer que se llegará con camiones, carros y taxis llenos de gente a la que se les “facilita el transporte” para ejercer su legítimo derecho al voto.
4.- Las grandes reuniones a puerta cerrada con estructuras para alinear apoyos por parte de agrupaciones, sindicatos y sociedad civil, llegarán su fin, aunque todo dependerá de las decisiones de las autoridades sanitarias, esto podría ser un motivo para irrumpir en ellas e interrumpirlas con el pretexto de hacer cumplir las nuevas disposiciones sanitarias.
5.- Las caminatas, el saludo casa por casa y hasta las brigadas de impacto en las calles y avenidas serán restringidas para evitar concentraciones innecesarias y evitar la propagación del COVID19.
En fin, la tecnopolítica llegó para afianzarse, las redes sociales y las nuevas plataformas seguirán siendo el camino para llegar a los votantes.
Reenviado
Rōnin ( hombre vagabundo, —un hombre errante como una ola en el mar—) era un samurái sin amo durante el período feudal de Japón. Un samurái podía no tener amo debido a la ruina o la caída de éste, o a que había perdido su favor.
Se le temía por sus conocimientos, por ser diestro en las armas y en el arte de la guerra. Pero no tenía a quién obedecer, más que a sus propios intereses. ¿Cuántos “Ronin” andan sueltos?
Daniel Santos Flores.
Consultor político. Director General de WRConsultores. Ha contribuido en campañas políticas en México y EEUU. Nominado a diversos premios como mejor estratega.