En un encuentro muy disputado y bien planteado, el cuadro mexicano logró imponerse a una selección de Holanda, llena de estrellas en cada posición del terreno de juego.
Los dirigidos por el “Tata” Martino jugaron a tope desde el minuto uno, sorprendiendo con su atrevido planteamiento que dio resultado, ya que estuvieron cerca de marcar en múltiples ocasiones.
El surgido de Rayados, “Tecatito” Corona y Rodolfo Pizarro, desequilibraron en múltiples ocasiones a la defensa holandesa que comandaba Virgil Van Dijk, teniendo brillantez en las jugadas que generaban entre ambos.
Raúl Jiménez entró con la pólvora mojada, pues tuvo dos oportunidades claras de abrir el marcador, pero ambos disparos no encontraron dirección de arco. Por el minuto 25 la “Naranja Mecánica” niveló el juego, consiguiendo tocar la puerta de Alfredo Talavera, pero sin mucho peligro. Así terminó la primera mitad.
La segunda parte del encuentro tuvo un inicio parecido al primero con un sorpresivo dominio mexicano, el cuál lograron capitalizar en el minuto 60, luego de que en un centro al área tomarán del hombro a Raúl Jiménez antes de conectar el balón y se terminó marcando la pena máxima; esta fue ejecutada de manera brillante por el goleador del Wolverhampton y así pondría el marcador 1-0.
Holanda no se quedó con los brazos cruzados, ya que por más de una ocasión tomó la iniciativa en ofensiva, pero se toparon con una muralla defensiva mexicana que se mantuvo firme ante los embates y presión de la ofensiva rival.
Raúl Jiménez debe estar más que contento de haberle callado la boca al holandés Virgil Van Dijk, ya que, anteriormente emitió algunas declaraciones que menospreciaban la calidad del jugador mexicano y éste, no tuvo más remedio que salir y demostrar el por qué fue considerado como uno de los delanteros más letales del juego.