Debido a que está vacía y no hay absolutamente nada de agua, en la última hora La Presa de la Boca se llenó, pero eso sí, no de lo necesario para vivir sino de personas que iban con un mismo objetivo.
El plan en común fue rezar, ya que, aseguraron quienes fueron que la fe mueve montañas y ellos confían en que los próximos días lloverá y ayudará mucho a nuestro estado.
“Estamos orando para que llueva y que las Presas se llenen, no importan quien seamos o de dónde venimos, lo que veo es que no hay más”, expusieron los presentes.