El gobierno del Estado de México decidió que en lugar de bajar el carísimo costo de peaje del circuito mexiquense, era mejor idea instalar un sistema para ponchar las llantas del que no pague.
A pesar de la situación en la que se encuentra dicha vía, y lo peligroso que significa dicho acto, representa un golpe extra para todas las familias que se ven en la necesidad de trasladarse por ahí para su empleo o centros de educación.
Tan caro el peaje y no se refleja en la calidad de las autopistas.
Habría que investigar a donde va a parar el cobro.