Pese a la tormenta Alberto, el 2024 no destacó como un año extraordinario en cuanto a lluvias en Nuevo León.

 

Según datos de Conagua, el acumulado anual fue de 633 milímetros, apenas un 1 % por encima de la media histórica.

 

Ocho meses registraron un déficit de precipitaciones, siendo noviembre el más crítico con 87 % menos de lluvias, seguido de abril con un 62 % por debajo de lo normal.

 

Además, en noviembre, cuatro municipios enfrentaron sequía y once estuvieron “anormalmente secos”, una situación inédita desde la llegada de Alberto.

 

Conagua advirtió que la problemática podría continuar, pues enero se prevé con un déficit del 37 % en precipitaciones debido al fenómeno “La Niña”, caracterizado por el enfriamiento del Océano Pacífico.

 

Esta situación recuerda episodios previos como el huracán Alex en 2010, que también trajo alivios breves antes de que la sequía regresara con fuerza.