La empresa israelí NSO desarrolló dicho software con la finalidad de intervenir teléfonos de terroristas y criminales, pero al paso del tiempo, los gobierno que decidían contratar “Pegasus” lo utilizaron para infiltrar teléfonos de periodistas, activistas y otros políticos, lo cual según la empresa violaba la licencia de uso.
Luego de que se diera a conocer un listado de 50 mil números telefónicos que fueron intervenidos, se detectó que 15 mil de ellos pertenecer a periodistas, políticos, sindicalistas, entre otros personajes de México.
Presuntamente, la solicitud de espionaje fue realizada por la administración pasada y dentro de los números se encontró el de Cecilio Pineda, periodista independiente mexicano que fue asesinado en un establecimiento de lavado de autos.
Esta información fue dada a conocer gracias a una investigación de “The Washington Post”, ante quienes la empresa NSO defendió que sus programas ayudan a salvar vidas y evitan ataques criminales y, además, consideró que la investigación hace acusaciones infundadas.