Y ahora resulta que todos andan de ‘confesones’ ante los pecados que cometieron en el sexenio del orador de la corrupción Enrique Peña Nieto; pues resulta que ahora el panista Rafael Caraveo Opengo, quien fue exhibido en un vídeo recibiendo “algunos cuantos pesos” en efectivo de sobornos en relación al caso de Odebrecht, confesó a la Fiscalía General de la República (FGR) que no fue una, sino 7 ocasiones las que acudió para recibir 15 maletas repletas de dinero.
El ex secretario técnico de la Comisión de Administración del Senado, nada ingenuo por cierto, acusó el pasado septiembre que las entregas de dinero las recibió por órdenes del Senador José Luis Lavalle Maury y que el destino del dinero sería para campañas electorales, pues si, ¿para qué más sería?
Caraveo señaló que varias de las entregas de dinero se realizaron en una oficina ubicada en Montes Urales 425, en Lomas de Chapultepec, llamada como “ La oficina alterna de Pemex”.
“Jorge Luis Lavalle Maury me llamaba y me decía quién iría conmigo, ya que fueron otras dos personas las que me acompañaron a recibir dinero, salíamos de las oficinas del Senado e íbamos a Montes Urales, donde se realizaban las entregas de dinero en las que Francisco Olascoaga ya tenía recibos elaborados en los que especificaba la fecha y la cantidad que me estaba entregando y los cuales yo estampaba mi rúbrica”.
Olascoaga era el jefe de Departamento Administrativo en la Dirección General de Pemex y uno de los hombres de mayor confianza de Emilio Lozoya, criminal protegido… ah no, testigo protegido.
Caraveo se puso flojito y cooperó con todo lo que pudo soplar, hasta señaló que la primera entrega de dinero ocurrió a fines de 2013, cuando el senador Lavalle le pidió que fuera a recoger “unos expedientes que él tenía que revisar”.
Caraveo se fue caminando y, al llegar, ya lo esperaba una Suburban oscura, a la que Velasco le pidió subir.
“Enseguida me mostró una maleta de tela color negro, tipo deportivo, de aproximadamente 50 centímetros de largo por 50 centímetros de ancho, misma que abrió y la cual no contenía expedientes, como me lo había hecho saber el señor Jorge Luis Lavalle Maury, sino que en su interior había fajos de dinero eran billetes de 500 pesos”, dice.
Después de la primera vez siempre hay una segunda, pues días después, Caraveo, relata, fue requerido de nueva cuenta por Lavalle para recoger una segunda entrega, quién la verdad no parece que tardó mucho en convencer a Caraveo, pues este rechazó y a los pocos minutos aceptó, seguro que le habrá tocado un buen porcentaje.
“Me comentó que no era nada ilegal, que era un apoyo para su campaña como Gobernador del Estado de Campeche, razón por la cual, ante este comentario y su insistencia y, dado que era mi superior, accedí a ir nuevamente por ese dinero”, refiere.
Y si seguimos y seguimos el sujeto acudió en 2 o tres ocasiones más… cosa que señaló con lujo de detalle a la Fiscalía, quienes ahora tendrán la obligación de aprovechar estas acusaciones y actuar conforme a sus atribuciones, lo cual se ve difícil por sus antecedentes de “pasiva negligencia”, pero el show mediático ya está puesto y ante la justa opinión pública la obligación de hacer algo se multiplica.