POR: DON MAQUI
A quien de nosotros en estos días no les ha llegado un mensaje o una llamada telefónica, ya sea al número fijo de casa o al móvil, para preguntarnos qué opinamos de tal o cual candidato o candidata, así sea para una elección interna del partido o bien para determinar el posicionamiento ante la comunidad de algunos personajes públicos.
No tendría nada de malo que dichas encuestas estuvieran controladas y se realizarán de manera ordenada, pero nos llegan reportes de teléfonos fijos y celulares que reciben por lo menos 10 o 12 llamadas al día para realizar encuestas de todo tipo.
Eso parece un despropósito y un abuso de quienes se atrevieron a ceder la base de datos que contienen teléfonos personales y privados de todos nosotros, los que no tenemos nada que ver con la política y sus enredos.
Estamos seguros de que sus actividades son ilícitas y además, vulneran los derechos fundamentales de los ciudadanos y por tanto, pronto alguien de los políticos en campaña deberá proponer sea reformado para que los entes privados como las casas encuestadoras reales y las “patito” no tengan acceso tan fácilmente a tan delicada información.
Por ahora, tendremos que recetarnos una y otra vez encuesta tras encuesta, como si no fuera suficiente con el bombardeo de spots publicitarios que nos lanzarán pronto todos y cada uno de los candidatos y candidatas.
Hoy más que nunca, deberíamos de replicar aquella frase épica del Pato Zambrano que, en pleno debate con Adrián de la Garza, a un lado le gritó en tono desesperado “defiéndame procurador” esto en alusión al cargo que ha ocupado el candidato a gobernador del PRI.
Hoy nos supera y lanzamos un grito desesperado y le decimos al fiscal general en delitos electorales ¡defiéndanos fiscal!