Luego de la lamentable muerte de la icónica Jueza Ruth Bader Ginsburg (RBG), el presidente Donald Trump se ha dado la difícil tarea de buscar un remplazo para llenar el espacio que dejó Gingsburg en la Corte Suprema; todo parece indicar que ese lugar sería ocupado por Amy Coney Barrett, de acuerdo con fuentes republicanas.
De acuerdo con la información, Coney sostuvo una reunión con el presidente tras la muerte de RBG, como era conocida la jueza de 87 años de edad y convertida en un estandarte jurídico, cultural y feminista en EE. UU.
“Coney, fue el plan todo el tiempo. Es la más distinguida y cualificada. Tiene el apoyo más fuerte entre los conservadores que han dedicado su vida a la Corte. Ella contribuirá más a la jurisprudencia de la corte en los años y décadas venideras”, dijo un ex alto funcionario de la Administración familiarizado con el proceso.
Coney Barrett tiene 48 años de edad y es jueza del Séptimo Circuito de EE. UU., es conocida por sus creencias religiosas profundamente antiguas. Está casada con el ex asistente fiscal Jesse Barrett y tiene siete hijos.
Antes de ejercer como abogada, trabajó arduamente a lado del fallecido Juez Antonin Scalia, considerado como uno de los ejes centrales del ala conservadora dentro de la Corte Suprema.
Fuentes señalan que Trump tiene a Coney Barrett en un muy buen concepto e incluso opinó que es una mujer sumamente respetada y preparada para ejercer este importante cargo.