El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, se las ha visto difíciles en búsqueda de seguir en su puesto, pues cada vez se ve más complicado el panorama debido a la falta de votos emitidos en el estado de Pensilvania a su favor, ya que esta entidad cuenta con 20 votos en el Colegio Electoral y de no tenerlos, es imposible ganar estas elecciones.
Donald Trump necesita obtener el voto de 270 delegados, de los cuales solamente cuenta con 214, y ya se comienzan a dar la idea de que estas elecciones están perdidas en el escrutinio de votos.
Por lo que deberán echar la carne al asador en las demandas realizadas en busca del escrutinio en cuatro estados que son claves para que Trump se recupere.
“Seguiremos en este proceso a través de todos los aspectos de la ley”, indicó el aún presidente americano mediante un comunicado el día de ayer.
Aunque fuera vencedor en los estados de Georgia, Nevada y Carolina del Norte, los cuales son claves para Trump, y Arizona (algo que por la tendencia parece improbable), se seguiría quedando corto con los delegados, pues le restarían cinco para llegar a los 270.
Si se lleva la votación en Pensilvania, Trump deberá ganar Georgia, lo que lo regresaría a la jugada, en caso de que no suceda, lo máximo a lo que puede aspirar es igualar al candidato demócrata, Joe Biden a 269 delegados.
Lo que provocaría desembocar la decisión final en el Congreso de Estados Unidos; la Cámara de Representantes tendrá el poder de elegir al presidente y el Senado al vicepresidente.
En el caso de no ganar ni Pensilvania ni Georgia, Trump no tendrá mas remedio que encomendarse al recuento de votos, tal y como su amigo mexicano lo hizo en su momento.
Otra opción sería que alguna de las demandas realizadas logren invalidar una gran cantidad de votos dentro de los estados clave, cosa que se ve difícil porque ya le han anulado algunas de estas.