La dirigencia estatal del PAN defendió ayer a uno de los consentidos del partido, Felipe de Jesús Cantú, quien fue señalado como involucrado en el caso Odebrecht, ya que se le acusó de exigir contratos de Pemex para empresas a cambio de aprobar la reforma energética del títere de la corrupción, Enrique Peña Nieto.
Mauro Guerra, dirigente estatal panista, tomó el papel de ombudsman y defendió al exfuncionario regiomontano, declarando que existen una serie inconsistencias en las denuncias presentadas ante la Fiscalía General de la República y afirmó, para variar, que lo exhibido está relacionado más con un tema electoral para dañar al partido en Nuevo León de cara a los comicios del 2021.
“Parecería que se busca atacar a los actores del PAN en Nuevo León, nosotros denunciamos que en la Fiscalía de la República se ha estado haciendo un manejo cuestionable, sino que es faccioso de la información que deriva a estas carpetas que nos hacen pensar que tienen más un manejo político electoral, más allá de buscar la justicia”.
El ex Alcalde de Monterrey fue señalado como prestanombres de Ricardo Anaya, ex Diputado federal y ex dirigente nacional del PAN, en la declaración que realizó Froylán García García, ex coordinador de Pemex con Emilio Lozoya.
Por su parte, a través de su cuenta oficial de Twitter, Cantú insistió en que las acusaciones son falsas y absurdas.
“En ese tiempo yo no era ni política ni personalmente cercano a él, ¡La acusación no tiene ni pies ni cabeza!”, publicó en referencia a Anaya.