Por: Don Maqui

Lo que es un secreto a voces en el argot político sobre cómo los partidos satélites hacen negocio redondo con las candidaturas, es todo un tema que está lleno de misticismo y de un poco de jocosidad. Las voces maquiavélicas y grillas de la política acusan que en nuestro estado se da la práctica de lucrar con las candidaturas, sobre todo a quienes tienen ansias de aparecer en una boleta electoral y experimentar la sensación de ser un personaje público, aunque el desenlace sea una derrota.

Es así como se ha creado una especie de cortina de humo donde nadie habla con claridad sobre lo que pasa con los partidos que no aspiran más que a mantener su registro y que, por tanto, lo único que procuran es tener rentabilidad en alguna de las tres elecciones en las que participan para efecto de conservar el 3% que exige la ley y con ello, mantener las prerrogativas que te brinda la Comisión Estatal Electoral (CEE).

Entonces no les importa nada más que blindarse en ese aspecto y cubrir la cuota que se requiere para aspirar a tener diputados “pluri”, es decir, de lista, que acceden a la posición de la curul con sólo su partido obtener un porcentaje mínimo.

Ahí deja de tener importancia competir por una alcaldía, y entonces, dicen que sucumben ante la tentación de poner candidatos a modo para los diferentes municipios del estado, entre los que normalmente trabajan de esa manera, se dice con insistencia, son el Partido Verde Ecologista, el partido Nueva Alianza, el partido del Sol Azteca y hoy con el nacimiento de distintos partidos como Redes Sociales Progresistas o Partido Encuentro Solidario, se seguirá con esa práctica.

Aunque tenemos versiones de varios personajes, no podemos afirmar categóricamente que esa práctica está vigente, pero lo que sí podemos confirmar, es que los rumores indican que el negocio de las candidaturas es muy rentable para los dirigentes de par