Cumpliendo las expectativas que había al inicio del torneo sobre este encuentro entre el actual campeón de la liga contra uno de los máximos aspirantes al título, las acciones comenzaron con buena dinámica pero mayor por parte de la visita, quien exigió rápidamente a Hugo González con una gran atajada.
Unos breves 5 minutos del Monterrey dominando terminaron pronto, pues al minuto 22 una mala salida de Hugo ante el pase filtrado hacia Víctor Davila quién disparó la bola entre las piernas del guardameta, sin embargo, su rodilla estaba adelantada y la anotación no subió al marcador.
Lo que tampoco cambió fue la propuesta ofensiva, evidenciando los problemas defensivos locales durante toda la primera parte sin éxito pero dando aviso del despertar la ‘Fiera’, esto hasta el 41 que un centro desde la derecha que voló a Hugo y Montes, justo a Víctor Davila quién picó el esférico que marcó la diferencia de 1-0. Así finalizando el primer round.
Los regaños del ‘Vasco’ Aguirre parecieron levantar al vestidor albiazul durante el comienzo de la segunda mitad, sin embargo poco duró el impulso y los panzas verdes retomaron la iniciativa retadora sobre los regios quiénes dieron “toma y date” durante gran lapso del encuentro.
Desde los 65 minutos, Rayados se lanzó al frente en busca de la igualdad con dos rivales a sobrepasar: León y el reloj. Llegados tuvieron pero carecían del terminar las jugadas.
Al minuto 78 la suerte cayó para Rayados, que con suspenso incluido por el VAR se terminó señalando un penal sobre Ake Loba, el cuál convirtió Rogelio Funes Mori al 80 para igualar el marcador y ponerse una anotación detrás del máximo goleador en la historia del Club, Humberto Suazo.
El tan cuestionado Hugo González salvó con el hombro un mano a mano con Meneses que pudo significar la derrota en su única acción relevante desde el inicio del segundo tiempo.
Un intrépido final con imprecisiones y presión alta por ambos equipos dejó al local con la última jugada pésimamente desperdiciada en un tiro libre regalado a Cota, así terminando el encuentro con un amargo 1-1.