Después de una extensa pausa por la pandemia de COVID, las ceremonias de naturalización están regresando a la normalidad, cabe mencionar que estas se encontraban en pausa por las restricciones en pandemia, generando que miles de solicitudes quedaran detenidas.
Aproximadamente un millón de personas se convirtieron en ciudadanos estadounidenses en el año fiscal que terminó el pasado 30 de septiembre, el máximo en casi 15 años y la tercera cifra más alta en la historia, esto de acuerdo con un reciente análisis del think tank Pew Research Center, lo que demuestra el creciente impacto de la migración de quién vive y trabaja en Estados Unidos, y en quién vota.
“Las personas tienen incentivos para convertirse en ciudadanos, los números no sólo han repuntado. Están alcanzando niveles que rara vez hemos visto en nuestra historia”, dijo Jeffrey S. Passel, demógrafo sénior del Pew Research.
Cabe destacar que un factor determinante, es que la administración del Presidente Joe Biden, ha tomado varias medidas para agilizar el proceso, como simplificar los formularios y redirigir a los entrevistados de ciudades cuyas oficinas de inmigración se extienden a aquellas que tienen capacidad.
Lo que ayudó a reducir la acumulación de solicitudes pendientes de más de un millón en diciembre de 2020.