La guerra en el partido Morena ha comenzado demasiado rápido, rumbo a los comicios del 2024, la elección de Coahuila parece ser el preámbulo de algo que le pasa a todos los partidos en el poder.
Todos quieren ser candidatos, porque parece que la garantía es que una vez logrado ese sueño el siguiente es más sencillo, gobernar ya que el arrastre de López Obrador, sigue siendo impresionante y asegura triunfos electorales contundentes.
Lo que está sucediendo en Coahuila, con la división existente entre los que apoyaban al Senador Guadiana y los simpatizantes de Ricardo Mejía, Subsecretario de Seguridad Pública Nacional, parece irreconciliable.
Lo que más debe de preocupar, insistimos, es que esa dinámica parece que se repetiría en la elección presidencial, porque Marcelo Ebrard está seguro que él debe encabezar los esfuerzos de la cuarta transformación, Sheinbaum se siente la ungida, Adán Augusto López se muestra como el alfil de López Obrador y Ricardo Monreal ya aseguró que no aceptará nada que sea antidemocrático.
Por el bien de ese partido, ¡Ojalá y arreglen las cosas en Coahuila!, porque será una pésima señal para el efecto presidencial, salir peleados.