La madrugada de este lunes, el huracán Beryl azotó Texas, causando intensas lluvias y fuertes vientos que dejaron sin electricidad a 2 millones de hogares y negocios, además de inundar calles rápidamente.
El huracán, que previamente causó destrucción en México y el Caribe, tocó tierra como categoría 1 antes de debilitarse a tormenta tropical.
Se confirmaron al menos dos muertes: un hombre en el condado de Harris atrapado bajo los escombros de un árbol caído y una mujer de 74 años en Houston, también golpeada por un árbol.
Las advertencias de inundaciones continúan vigentes en una amplia franja de la costa de Texas, mientras la policía local urge a los residentes a evitar las calles debido a los peligros persistentes.