La legislación que protege la dignidad de los menores en México está provocando la desaparición de nombres raros o extraños que eran comunes en el pasado.

El Registro Civil está llamando a los padres a reconsiderar nombres como Tiburcio, Próculo o Benigno, que pueden ser objeto de burla, y optar por nombres más dignos y actuales.

De acuerdo con el Artículo 25 del Código Civil del Estado de Nuevo León, el nombre de un menor debe ser digno y no debe ser motivo de ridiculización, por lo que se busca proteger a los niños de posibles bullying y vergüenza en el futuro.