POR: DON MAQUI
Si Mario Moreno “Cantinflas” hubiera tenido la oportunidad de escuchar a Mauro Guerra, seguramente le habría aplaudido de pie, y es que el Diputado local del PAN logró lo que pocos: convertir una explicación política en un verdadero acto de comedia involuntaria.
Con su peculiar lógica de “muertos y medios muertos”, el legislador nos regaló un momento que bien podría haber sido parte de una película del icónico personaje.
Guerra, indignado por las declaraciones de la Presidenta electa Claudia Sheinbaum sobre la presunta ilegalidad de recursos en campañas, intentó construir una metáfora que terminó siendo un trabalenguas digno del mismísimo Cantinflas.,“Si intentas matar a alguien, pero no lo logras, ¿no hay delito?” preguntó, en un intento por argumentar que, aunque Samuel García no haya ganado la elección presidencial, de todos modos se debe castigar el presunto uso indebido de recursos.
El problema no es la comparación en sí, sino la forma en la que la planteó: enredada, confusa y con más giros que una película de enredos, como diría Cantinflas: “Ahí está el detalle… que no es ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”.
Mauro Guerra, en su esfuerzo por explicar la situación, terminó complicándola aún más, como si quisiera demostrar que la política también puede ser un espectáculo de humor involuntario.
Pero más allá del momento cantinflesco, hay un punto de fondo: Guerra insiste en que el Congreso debe seguir con los procesos contra el Gobernador, asegurando que la ciudadanía se lo exige, sin embargo, esa misma ciudadanía también ve cómo el Congreso se ha convertido en un ring de disputas partidistas donde las explicaciones, lejos de ser claras y contundentes, terminan siendo ejercicios de malabarismo verbal.
Si el Diputado realmente cree que este tipo de discursos ayudan a su causa, quizá debería reconsiderarlo, porque si la política se reduce a explicaciones que parecen sacadas de un guión de Cantinflas, lo único que logra es que la gente se ría… pero no con él, sino de él.
Y en un momento en el que la política debería ser tomada en serio, el país necesita legisladores que hablen claro, no que improvisen monólogos cómicos en tribuna.