El Gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, alista un pacto con concesionarios gasolineros para imponer un precio máximo de $24 pesos por litro en la gasolina regular, medida que entraría en vigor a partir de mañana, la presidenta aseguró que este acuerdo será “voluntario” y que ha habido buena respuesta del sector, argumentando que precios superiores a esa cifra son “absurdos” y representan un “exceso absoluto” por parte de los empresarios gasolineros.
Sin embargo, el sector gasolinero de Nuevo León, especialmente en la Zona Metropolitana de Monterrey, advierte que este tope afectará severamente su margen de ganancia, reduciéndolo de $3 a $2 pesos por litro, lo que podría derivar en problemas de abastecimiento, de acuerdo con PetroIntelligence, el 86% de las gasolineras en la entidad opera con márgenes mayores a $2 pesos, posicionando a Nuevo León como el Estado con más estaciones de servicio en esta situación.
La firma del acuerdo se prevé para este 27 de febrero, y aunque el Gobierno federal insiste en que beneficiará a los consumidores, los distribuidores advierten que el ajuste podría generar impactos negativos en la operación de cientos de estaciones de servicio, la regulación, según especialistas, deja en el aire la viabilidad financiera del sector en un estado clave para la distribución de combustibles.