El proyecto del viaducto elevado en la avenida Morones Prieto, en Nuevo León, se perfila como una obra clave para transformar la movilidad urbana y avanzar hacia una ciudad más sustentable, de acuerdo con autoridades estatales y fuentes cercanas al desarrollo.

Entre los beneficios más relevantes se encuentra la reducción significativa en los tiempos de traslado, así como una disminución en las emisiones contaminantes, principalmente de dióxido de carbono (CO₂), al optimizar el flujo vehicular.

De acuerdo con Hernán Villarreal, secretario de Movilidad y Planeación Urbana del estado, esta obra representa una intervención estratégica en términos de desarrollo urbano, conectividad y medio ambiente, se estima que permitirá reducir hasta en 20 minutos los traslados sobre el par vial, lo que se traduciría también en un menor consumo de combustible.

El impacto positivo del viaducto no solo mejoraría la circulación, sino que también ayudaría a disminuir la huella ambiental de los miles de vehículos que transitan diariamente por esta importante arteria vial, actualmente, el proyecto se encuentra en proceso de consulta pública ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), proceso que comenzó el 21 de abril y finalizará el 20 de mayo.