La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó desde Palacio Nacional que la empresa española Iberdrola decidió retirarse de México, en una medida que atribuyó a una “reorientación estratégica” de sus inversiones hacia proyectos energéticos en Europa, aclaró que la salida no obedece a conflictos con el gobierno mexicano, sino a una decisión empresarial tras ganar un concurso en el continente europeo.

 

“Hablé personalmente con los directivos de Iberdrola, han decidido hacer una inversión muy grande en otros países de Europa, particularmente”, explicó Sheinbaum, también precisó que no hubo desacuerdos con México y que se trató de una decisión autónoma por parte de la firma española.

 

En lugar de Iberdrola, será Cox Energy quien asuma sus activos en México, la presidenta señaló que esta empresa, con capital mayoritariamente español y reconocida trayectoria en el país, adquirió las operaciones a través de una transacción legal, “es una empresa que tiene su reputación en el sector energético”, dijo, y aseguró que el proceso cumple con todas las normativas.

 

La compra incluye 2,600 megavatios de capacidad instalada, una cartera de proyectos por 12 gigavatios en desarrollo y una participación del 25% del mercado eléctrico privado en México, la operación se valuó en 4,200 millones de dólares, además de pagos futuros condicionados a nuevos desarrollos, Sheinbaum subrayó que todo se realizará con apego a las leyes, regulaciones e impuestos correspondientes.